El pasado 30 de septiembre, Alberto Contador daba una rueda de prensa frente a una multitud de medios impresionante para aclarar su supuesto dopaje por clembuterol (y me mantengo en lo de “supuesto” porque aún no hay dictamen claro alguno y quiero confiar en su inocencia) en la última edición del Tour de Francia. Os dejo el vídeo para aquellos que no la vieron o quieran escuchar de la propia boca del ciclista el suceso.
En ella, Contador explicaba el por qué de este positivo ínfimo (0,0000000005 picogramos), defendía a capa y espada la hipótesis contaminación alimenticia y argumentaba su inocencia con la imposibilidad del clembuterol como sustancia para aumentar el rendimiento.
Pues bien, casi medio mes y medio después el caso Contador aún no tiene fallo final y tiene para largo, como afirma el propio presidente de la Federación Española de Ciclismo (FEC) Juan Carlos Castaño. La causa puede alargarse hasta 3 meses y todo dependerá de las alegaciones que presente el propio Alberto Contador y de las comprobaciones que solicite el Comité de Competición (encargado del proceso) a expertos neutrales para que comprueben la veracidad de las pruebas presentadas. Evidentemente, la carne que comieron los ciclistas ese día es imposible presentarse como prueba crucial para la defensa (¡lógico!), pero lo que sí posee ya el ciclista pinteño es el ticket que acredita que existió ese solomillo de ternera y que fue adquirido justo el día en que el ciclista dio positivo por esa sustancia, el 21 de julio de 2010.
Como dice Juan Gutiérrez en la web de AS, “menudo papelón el de Federación Española” (http://www.as.com/opinion/articulo/menudo-papelon-fec/dasclm/20101110dasdaiopi_12/Tes), ya que ocurra lo que ocurra siempre habrá alguien que critique su postura o acción respecto a este controvertido asunto.
Podium del Tour de Francia 2010, con Alberto Contador como ganador |
Sea como sea, Contador confía en un resultado justo y se muestra optimista con el informe elaborado por la Unión Ciclista Internacional (sobre el que se basará la FEC para sentenciar el caso), el cual se centra en la conjetura de la contaminación alimentaria como única explicación razonable, desde un punto de vista científico, para justificar la presencia del clembuterol.
Muchos son ya los profesionales del mundo del deporte los que se han pronunciado al respecto, como Perico Delgado, a quien no le gustaría que el tema tuviera un final feliz, pero “viendo como va el desarrollo del asunto creo que al final le van a sancionar. Un mal menor sería una sanción de seis meses, que sería más que suficiente, aunque le quitarían el Tour de este año”.
Yo, personalmente, estoy de acuerdo con la actuación de las federaciones internacionales en temas de dopaje, es decir, que se sancione a aquellos deportistas que usan métodos poco ortodoxos para conseguir el máximo rendimiento. Pero en casos como el de Contador, donde el porcentaje de sustancia detectada es mínima y existen pruebas clarividentes que demuestran la exculpación del deportista (son causas ajenas), lo no veo yo tan claro. ¿Y si es verdad que el clembuterol es consecuencia de un filete contaminado? ¿Deberían ser tan estrictas las leyes en estas situaciones?
Fuentes: As, Marca
Fuentes: As, Marca
siento no compartir tu opinión rocio (bueno, en realidad no lo siento, xDD) pero considero que la coartada de contador sobre su positivo por clembuterol es bastante endeble. De hecho el país ha publicado hoy(http://www.elpais.com/articulo/deportes/AMA/golpea/defensa/Contador/elpepudep/20101117elpepidep_2/Tes)un artículo en el que se demuestra que esa sutancia no puede provenir de ningún solomillo de irún, por lo que creo que, a pesar de que la sustancia encontrada en su sangre es mínima, algo raro hay en todo este asunto que me hace desconfiar de contador
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