¡Bienvenido a mi blog!

El deporte es hoy una fuente inagotable de información en el mundo comunicativo. No hay diario que no posea su suplemento correspondiente, cadena de televisión que no tenga su espacio oportuno o radio sin programa especializado.

Con este blog se pretende acercar, aún más si cabe, el mundo del deporte al público en general. Así, el último objetivo de este espacio es que, sin necesidad de ser un experto en la materia, se disfrute conociendo algún dato o deporte curioso, leyendo lo último de la Liga española o recordando la biografía de algún deportista histórico.

Sólo me queda, por tanto, darte la bienvenida y que te animes a comentar todo aquello que estimes oportuno. ¡Un saludo!

06 noviembre 2010

¡Ay, tonto corazón...!

Hace apenas unos días, justo el pasado jueves 4 de noviembre, el madridista Rubén de la Red anunciaba entre lágrimas su retirada de los terrenos de juego como futbolista para convertirse en entrenador. Un problema de corazón aún sin concretar y que parece “un virus que afectó una parte del miocardio”, es la causa de que una gran promesa como era De la Red, quedase incapacitado para competir durante dos años, desde aquel 30 de octubre de 2008 en el que se desplomase de manera repentina ante el Real Unión en un partido de Copa del Rey. Y sólo tiene 25 años.



Tampoco hace mucho era noticia Miguel García, jugador de la U.D. Salamanca que se caía a plomo sobre el césped tras fallarle, por segunda vez, su corazón. Por suerte, los médicos del campo lograron reanimarle y salvarle la vida a sus 31 años.
Al recordar estos casos, seguro que se nos viene a la memoria nombres como Antonio Puerta o Dani Jarque (fallecidos en 2007 y 2009, respectivamente) y nos preguntamos cómo es posible que deportistas jóvenes, cuya forma física debería ser excepcional y que son sometidos a exámenes médicos periódicamente puedan morir así, sin una razón inexplicable aparentemente. Nos encontramos ante lo que los especialistas denominan “muerte súbita”.
Todos ellos coinciden en que los afectados sufren alguna afección cardíaca congénita o que poseen antecedentes familiares que desaconsejan la práctica deportiva. Se trata de casos muy excepcionales y poco frecuentes, aunque eso sí, con mucho impacto mediático y en los que el deporte no tiene nada que ver, pues éste únicamente resulta inadecuado en personas enfermas.
Las últimas estadísticas hablan de que entre uno y dos deportistas menores de 35 años por cada 200.000 ó 300.000 sufren algún episodio de este tipo cada año. Tampoco se sabe a ciencia cierta, pero se intuye, que el fútbol no es un deporte de mayor riesgo cardíaco que el resto. Sin embargo, hay más casos porque es el más practicado y, sobre todo, porque la muerte de un futbolista tiene una repercusión mediática mucho mayor que la de un atleta popular, por poner un ejemplo. De hecho, son muchos los deportistas de otras disciplinas los que, desgraciadamente, mueren durante un entrenamiento (el decatleta Ismael González, de 25 años en abril de este 2010) o se ven obligados a retirarse (como el baloncestista argentino de la NBA Fabricio Oberto, hace unos días).
¿Qué hacer entonces ante esta situación? En los últimos años (me temo que a base de mal) se ha mejorado en la detección de estas patologías. Por ejemplo, desde 2007 en España, y a propuesta de la Liga de Fútbol Profesional, todos los campos de fútbol de Primera y Segunda División deben contar con un desfibrilador que permita recuperar el ritmo del corazón a través de impulsos eléctricos y que devolvió a la vida a un Miguel García inconsciente. De lo que se quejan desde la Sociedad Europea de Cardiología es que, a pesar de esta preventiva, aún siguen siendo muchos (médicos y deportistas profesionales o no) los que restan importancia a las pruebas que revelan la posibilidad de padecer alguna enfermedad relacionada con el corazón.
Al margen de la detección precoz el mensaje de los especialistas es claro: evitar la alarma social y, al mismo tiempo, concienciar a los deportistas enfermos de la gravedad de la situación, de que más vale abandonar el deporte que arriesgar la vida y no sudar la camiseta en vano.

Fuentes: El País

3 comentarios:

  1. Siento disentir contigo, Rocío, (bueno, en verdad no lo siento, xDD) pero creo que cualquier ciclista que da positivo debe ser castigado, sin entrar a valorar su nacionalidad, sus méritos deportivos y la cantidad de sustancia dopante en su haber. Contador es quién ha dado positivo y por lo tanto es él quien debe demostrar su inocencia, y la coartada de la carne (sin apenas dar datos del suministrador) me parece bastante oscura...

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  2. Pero no crees que existen ciertos casos, como este, en los que deben tenerse en cuenta este tipo de pruebas?? A ver, no es por pensar que todo el mundo es bueno y nadie rompe un plato, pero creo que si este hombre está luchando tanto por mostrar su inocencia, por algo será...

    PD: Por qué me comentas en la entrada de De la Red, catetillo!!!! jaja

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  3. jajajajaj, cállate que la he liado, pensaba que no te había comentado y te volví a comentar más o menos lo mismo en la entrada de contador...bah, paso de ti!! xDD

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